Moda y talento. Este ha sido el tándem que ha protagonizado la primera jornada de The Future of Fashion Talent en la que han intervenido grandes head hunters del sector y compañías como Mango, Tendam o Parfois. Los participantes han abordado retos como trasladar la flexibilidad laboral a la tienda o transformar las empresas en organismos más horizontales, objetivos que, según han concluido, llevarán aún años de trabajo.
La jornada, organizada por Modaes y con la colaboración de Cointega, se ha celebrado en el Campus Industrial de Ferrol de la Universidade da Coruña, también impulsores de la iniciativa junto con la Xunta de Galicia. Todos los ponentes han coincidido en que hacen falta estructuras y trabajadores que sepan lidiar con la incertidumbre y con cambios repentinos. “Hay que recuperar el espíritu descubridor”, resumía Javier Vello, socio responsable de EY Transforma y de la práctica de Business Consulting, en la primera ponencia de la mañana, titulada Evolución del talento en moda.
“Cada vez tiene menos sentido planificar a largo plazo y cada vez lo tiene más contar con una organización que sea capaz de gestionar la incertidumbre”, añadía Vello, que señalaba la nueva legislación europea de circularidad como una de las disrupciones que tendrán que gestionar las empresas de moda a largo plazo.
Apostar por una organización más horizontal y con una rápida capacidad de reacción es uno de los consejos en los que también ha incidido Emma Giner, experta en gestión de talento. “En el siglo XX pasaban las cosas más lentas y las organizaciones cuadriculadas, sólidas y monolíticas tenían tiempo de reorganizarse, pero con el siglo XXI la velocidad ha aumentado y a estas organizaciones se le presentan grandes dificultades para adaptarse”, afirmaba Giner durante su ponencia Disrupción en las organizaciones.
“Cada vez tiene menos sentido planificar a largo plazo y cada vez lo tiene más contar con una organización que sea capaz de gestionar la incertidumbre”, sostiene Javier Vello
Giner también ha incidido en cómo la toma de decisiones de las compañías han de producirse en espacios de cocreación, donde tanto los empleados de tienda como los directivos formen parte del proceso. “Hay que potenciar un liderazgo desde la base, si no las estrategias se quedan cogiendo polvo en el cajón”, subrayaba Giner.
“En Mango, el personal de central tiene que pasar un tiempo también en tienda”, explicaba Cristina Robledillo, directora de Recursos Humanos de la compañía catalana. “El sector lleva años cometiendo el mismo error: no se ha tenido en cuenta la tienda, y seguimos igual”, aseguraba también el director general de recursos humanos de Tendam, Ramón Amorós. En la misma línea, María Álvarez-Santullano, responsable de recursos humanos de la compañía portuguesa Parfois, señalaba que las empresas “tenemos que escuchar a la gente de tienda, son el pulso de la compañía y a veces está destendida”.
“Empezar en tienda es muy importante, no hay que perder de vista que el cliente es el jefe”, Manuel Escourido, profesor de la Universidade da Coruña. “No hay mejor consejero delegado que el que baja de forma cotidiana a la tienda, a la batalla cotidiana”, apostilla Escourido.
“Vivimos en entornos esquizofrénicos y la adaptación al cambio es imprescindible”, añadía la profesora de la Universidade da Coruña, Vanessa Mato, que puntualizaba que la capacidad de resolución de problemas cada vez es una habilidad más valiosa para las empresas.
“El sector lleva años cometiendo el mismo error: no se ha tenido en cuenta la tienda, y seguimos igual”, aseguraba el director general de recursos humanos de Tendam
Alberto Rocha, gerente de Cointega, añadía que otra de las dificultades que se encuentran las empresas de moda para buscar talento es el futuro cambiante y el impulso de la tecnología. “No sé cuántos vamos a ser necesarios en el futuro, pero seguramente el contrato social tendrá que cambiar con la incorporación del big data y la Inteligencia Artificial (IA)”, apuntaba Rocha.
Ante todo, los expertos han puesto de relieve que el sector continúa siendo muy atractivo, aunque añaden que la pandemia ha hecho que la captación de talento sea más endogámica. “Después de la pandemia el objetivo de muchas empresas del sector ha sido la rentabilidad y si buscas rentabilidad no puedes jugártela”, apuntaba Julio Collado, fundador y director general de Luxe Talent.
“La clave es saber crear un buen equipo y que los directivos tengan capacidad de liderazgo”, se ha aventurado Martin Poppe, de Sedna. “No me atrevo a decir softskills, porque depende mucho de la posición, pero la adaptabilidad es imprescindible”, añadía el experto. Con ello coincidía Cristina Ródenas de Page Executive, que además señalaba que entender y procesar los datos serán dos aptitudes claves para hacerse un camino en el futuro de la moda. “Tenemos que estar muy al día de todo lo que viene, y cada puesto requerirá unas habilidades”, resumía Montse Sánchez, fundadora de la consultora Talentiam.
